sábado, 16 de julio de 2011
viernes, 15 de julio de 2011
Estaba pensando en lo que pasó,
Mire tus ojos y algo me entristeció.
Había en ellos una mezcla de amor
Y de ilusión.
Y no pude seguir mirando
Pues en los míos solo había dolor.
Te mentí, te engañe y no me arrepiento,
Porque sé que en mí no hay nada que se conmueva por ti.
No te extraño cada mañana al levantarme,
Ni te lloro, ni te sueño.
Entonces por que será que al mirarte
Una briza me corrió por dentro?
Estoy triste y confundida
Y me duele lastimarte.
Seguro tú no lo sabes y no paras de mirarme
Pero siento que me clavas mil puñales,
Pues mis ojos se sienten culpables
De haberte dado ilusiones, de haberte hecho creer
Que mientras te besaba te amaba…
Cuando solo pensaba en él.
jueves, 14 de julio de 2011
VEO-VEO
Parada frente al umbral observo mis días pasados. Veo a la niña vestida de rosa, jugando inocente a no sé qué cosa. Y veo al dolor teñirle el vestido.
Todo pasa tan rápido… Veo a esa amada mascota que un día se fue para no regresar, y no se a donde, no se lo pudieron explicar. Y veo tan triste a la niña…
Veo la calesita, las hamacas, las muñecas. Su rostro apacible y sereno, casi angelical, y sus dulces maneras. El colegio, los amigos, la guitarra y las canciones. Y la expresión de su rostro que de a poco se transforma, los ojos se humedecen y su sonrisa se desvanece.
Esa niña va creciendo, por lo tanto va sufriendo, pues por niña no comprende como todo se transforma, y comienza a ver como el mundo de los ¨grandes¨ es distinto al de los ¨chicos¨. Las mentiras, los engaños, la tristeza y la miseria de este mundo tan humano, de este mundo de dolor.
Ya las múltiples heridas de su alma están a simple vista, muchas de ellas sin cerrar.
Esa niña no es más niña.
Y veo como la golpea la vida y como ella comienza a rebelarse, contra el mundo y contra ella misma, sin saber cómo se lastima. Buscando la manera de cambiar las cosas que le hacen tanto mal, sin saber que la que tendría que cambiar es ella. Ella, la lastimada que lastimo. Ella, la engañada que engaño. Ella la sufrida que hizo sufrir, ella… o sea yo.
Y sigo observando, y veo cuanto sufrió cuando creyó conocer el amor. La veo maldecir, llorar, desconsolada, creyendo que amor es sinónimo de dolor. La veo infeliz, con ganas de no vivir. Y veo como se equivoca.
Veo cuando conoce a un buen amor, al hombre que la hace llorar, pero de felicidad… con solo mirarla, con solo tocarla, estando a su lado. Y los sentimientos la desbordan y se siente feliz. Ella, la que ahora puede ver el amanecer y dar las gracias por seguir viviendo cada día. Porque ahora ella siente, ella ama, ella cree.
Ella, o sea yo.
24-08-99
miércoles, 27 de abril de 2011
Recuerdas...?
Te acuerdas cuando eras un niño? Recuerdas a tus amigos, tus juguetes? Las comidas en familia, los domingos de paseo, la plaza, las hamacas? Recuerdas como eran tus padres?
A tu madre ayudándote a hacer los deberes, jugando contigo, conteniéndote. A tu padre… recuerdas con que ansias esperabas que volviera del trabajo y te abrazara y leyera algún cuento para que te pudieras dormir?
Y si, recuerdas que eras un niño dichoso, al que nada le faltaba…. Y solo llorabas para que se apiadaran de ti y te trajeran ese juguete nuevo que nadie tenía. Un par de lágrimas y ese Power Ranger estaba esperándote al otro día para desayunar. Ibas así al colegio con tu nuevo amigo y con tu egoísmo de niño lo mostrabas a todos tus compañeritos y no lo prestabas… solo para que en menos de una semana fuera a parar con el resto de los ya olvidados juguetes.
Pero puntualmente, recuerdas a tu amiguito de toda la infancia? Si, ese que iba casi siempre con la misma ropa, cuando tu tenia una distinta cada día. Ese que solo quería jugar contigo, aquel que era feliz solo porque en su casa un plato de comida cada día, y guarda si pedía algo!!!
Solo tenía un cuaderno con poquitas hojas y dos o tres crayones, cuando tu tenias una librería completa. Ese del que todos se burlaban porque sus padres no podían ir a las reuniones del colegio, o no lo podían mandar a la colonia de vacaciones, y menos a los cumpleaños por no poder llevar algún regalito para el homenajeado.
Recuerdas con qué frecuencia lloraba, o cuanto duraba su risa?
Hoy estás en tu escritorio de ejecutivo, recordando a este niño, que ya debe ser un adulto como tú. Y no recuerdas ni su nombre… pero era inteligente, capaz….Seguro tendrá una familia, hijos un trabajo decente. Y … será tan feliz como lo eres tú?
Un momento… ¿ tú eres feliz? Si, tienes dinero… pero ¿ tienes amor? ¿El lo tendrá?
Tu amiguito fue uno de los tantos discriminados por la sociedad, que no pudo estudiar, que no consiguió un trabajo digno y que nunca tuvo amor.
Es uno de esos tantos mendigos que ves en la calle, en verano, desesperados por un vaso de agua, unas monedas o un pedazo de pan; y en invierno uno de los mismos que desesperan por un abrigo o un trago de alcohol, antes de sentir expirar su vida, su último aliento, y son encontrados por las mañanas…. Con esa mirada de tristeza… totalmente congelados.
Lau
1998
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