miércoles, 27 de abril de 2011

Ese hombre



Ese hombre había sido el primero y único en mi vida, con el que por primera vez había sentido el amor. Todo era hermoso a su lado, todo...
Yo era una mujercita caprichosa, siempre quería todo a mi antojo, hasta que lo conocí. El me enseñó a transitar por la vida, él rompió mi cascarón... y mi corazón.
Era tan maravilloso... todo era alegría a su alrededor. Era de esas personas que se desvivían por los demás, siempre estaba cuando lo necesitaban, siempre ayudaba, y nunca me dejaba sola. Era un buen amigo para todos, menos para mí. Yo estaba enamorada de él.
Pasamos momentos juntos...
Yo cada vez lo amaba más, pero por el contrario, él cada vez me quería menos.
Un día, cansados de la situación, tuvimos una grave discusión. ¨Separémonos para siempre¨ fueron sus palabras, a las cuales yo no había dado importancia, ya que entredichos así eran típicos entre nosotros. Pasaron días, meses y sus palabras seguían intactas. Supe que había terminado la relación.
Pasado un largo tiempo, recibí un llamado y para mi asombro era él. Con voz temblorosa dijo que tenía que hablarme de algo muy importante que cambiaría nuestras vidas. Con una mezcla de alegría, orgullo y emoción partí hacia el lugar de encuentro pactado.
Apenas lo vi, todo el amor que sentía por él volvió a surgir de lo más profundo de mis adentros. Mis ojos brillaban de alegría... pero los de él no. Los de él estaban apagados, como inundados de una tristeza inexplicable.
¨Me estoy muriendo, tenía que decírtelo personalmente. Todos mis amigos me abandonaron, la gente me discrimina. Tengo miedo, ya no valgo nada, no tengo nada... excepto a vos...¨. No alcancé a deir palabra, me abrazó, me dió un beso y desapareció entre el tumulto de gente de esa maldita calle tan transitada. Estaba pálido y demacrado. No era el mismo hombre que yo había conocido.
Pasaron meses hasta que volvía a tener noticias suyas.
¨La habitación 115, por favor¨, dije casi sin voz. A los poco minutos me encontraba caminando por los pasillos de un deprimente hospital. Ese olor no lo olvidaré jamás. Olor a dolor, a sufrimiento...
La enfermera abrió la puerta de la habitación y allí estaba. Postrado en una tétrica cama, con los ojos perdidos en esas paredes tan blancas... y su sonrisa, su sonrisa ya no existía.Luego de un tiempo, volvió en sí, no produjo un solo sonido, me miró... y esa mirada era muy profunda, y parecía que estaba bien y en poco tiempo se recuperaría y podríamos...
Sólo me miró y no produjo un solo movimiento más.
Yo no quería terminar como él, pero en el fondo de mi ser sabía que sería inevitable. El se moría, me dejaba. De repente dio un gran suspiro, pronunció suavemente un ¨siempre te amé¨ y cerró sus ojos. Me paralicé, sabiendo que no los volvería a abrir. Y me quedé callada... y es el día de hoy que todavía me arrepiento.
Hace un año ya de su muerte, y más de un año que me muero, sentada en mi blanca cama de hospital, sola, esperando que llegue la hora de irme de este mundo, mientras el SIDA consume lo poco que queda de mi.


Lau
27-12-95

Recuerdas...?







Te acuerdas cuando eras un niño? Recuerdas a tus amigos, tus juguetes? Las comidas en familia, los domingos de paseo, la plaza, las hamacas? Recuerdas como eran tus padres?

A tu madre ayudándote a hacer los deberes, jugando contigo, conteniéndote. A tu padre… recuerdas con que ansias esperabas que volviera del trabajo y te abrazara y leyera algún cuento para que te pudieras dormir?

Y si, recuerdas que eras un niño dichoso, al que nada le faltaba…. Y solo llorabas para que se apiadaran de ti y te trajeran ese juguete nuevo que nadie tenía. Un par de lágrimas y ese Power Ranger estaba esperándote al otro día para desayunar. Ibas así al colegio con tu nuevo amigo y con tu egoísmo de niño lo mostrabas a todos tus compañeritos y no lo prestabas… solo para que en menos de una semana fuera a parar con el resto de los ya olvidados juguetes.
Pero puntualmente, recuerdas a tu amiguito de toda la infancia? Si, ese que iba casi siempre con la misma ropa, cuando tu tenia una distinta cada día. Ese que solo quería jugar contigo, aquel que era feliz solo porque en su casa un plato de comida cada día, y guarda si pedía algo!!!
Solo tenía un cuaderno con poquitas hojas y dos o tres crayones, cuando tu tenias una librería completa. Ese del que todos se burlaban porque sus padres no podían ir a las reuniones del colegio, o no lo podían mandar a la colonia de vacaciones, y menos a los cumpleaños por no poder llevar algún regalito para el homenajeado.
Recuerdas con qué frecuencia lloraba, o cuanto duraba su risa?
Hoy estás en tu escritorio de ejecutivo, recordando a este niño, que ya debe ser un adulto como tú. Y no recuerdas ni su nombre… pero era inteligente, capaz….Seguro tendrá una familia, hijos un trabajo decente. Y … será tan feliz como lo eres tú?
Un momento… ¿ tú eres feliz? Si, tienes dinero… pero ¿ tienes amor? ¿El lo tendrá?
Tu amiguito fue uno de los tantos discriminados por la sociedad, que no pudo estudiar, que no consiguió un trabajo digno y que nunca tuvo amor.
Es uno de esos tantos mendigos que ves en la calle, en verano, desesperados por un vaso de agua, unas monedas o un pedazo de pan; y en invierno uno de los mismos que desesperan por un abrigo o un trago de alcohol, antes de sentir expirar su vida, su último aliento, y son encontrados por las mañanas…. Con esa mirada de tristeza… totalmente congelados.






Lau



1998

Otro día igual


El sol comienza a alumbrar tu cuarto. Un rayo diminuto en la penumbra te hace despertar.
Y te levantas.
Y es otro día. Otro día igual, son todos iguales. Y la pena que te atormentaba y que creías que iba a desaparecer cuando te despertaras... sigue ahí. Sigue comprimiéndote el pecho, como una daga clavada en lo más profundo de tus sentidos.
Inútil pensar que hoy cambiará.
Inútil creer que él vendrá.
Y miras a tu alrededor y estás sola.
Sola como siempre.
Y sientes que ya nada vale la pena. Quieres que te venga a buscar. Que te perdone. Que te aleje de todos tus dolores, de todos tus temores.
Y sabes que sería así. Pero él se fue y nada puedes hacer.
Y quieres sentirte bien. Quieres que tu vida sea plena. Quieres ser alegre, quieres ser amada, quieres ayudar, tener esperanzas, ser feliz.
Y no puedes.
Y te hundes en tu muda pena.
Y sientes que nadie te quiere, que nadie te entiende, que nadie te escucha.
Se habrá olvidado de tí? Será la herida tan honda y tan difícil de cerrar?
Y te pegas al teléfono esperando la llamada que nunca llega. La llamada que cambiaría tu vida.
Sigue siendo inútil.
Y te volves a acostar. Cierras los ojos deseando no despertar. Deseando que el día de mañana sea distinto... que mañana algo cambie...
Y el sol comienza a alumbrar tu cuarto.
Y es otro día. Otro día igual
6/09/08
.
Foto subida a las 15:35

No quiero....


No quiero ver la realidad, mi realidad...
no quiero ver que ya no estas...
no quiero sentir tu ausencia...
no quiero saber los motivos...
no quiero perderte...
no quiero volver a sentir esto...
no quiero volver...
no quiero..


20/05/08.
Foto subida a las 16:14